jueves, 27 de diciembre de 2007

Unión + voluntad = felicidad


El tiempo de Navidad es el momento perfecto para solidarizarnos con los que menos tienen. Uno ve y oye de múltiples iniciativas de medios de comunicación, empresas y organizaciones que se unen para apoyar a muchas personas de escasos recursos. A veces vemos estos esfuerzos como cosas de otros, y no somos concientes que tenemos mucha capacidad de impactar positivamente en el ánimo y bienestar de gente que necesita un empujón.

A través de acciones personales somos capaces de causar muchos beneficios. Un día de estos creímos en nosotros y en que a través de aportes sencillos pero voluntariosos podíamos realizar un acto humano y solidario. Por eso, un grupo de amigos, colocamos una cajita de donativos en el negocio de un amigo, con el fin de comprar alimentos y regalos para una familia en condición de pobreza de Ciudad Quesada. Un correo electrónico fue el medio para comunicar la iniciativa y unas cuantas llamadas telefónicas bastaron para contactar a la familia beneficiada, gracias a la Pastoral Social, y para conseguir algunos regalos a través de una representante del Club de Leones de San Carlos.

Entre el grupo de amigos y las instituciones mencionadas juntamos dinero suficiente para comprar un diario completo y unos 8 regalos. Así de simple. Con un poco de esfuerzo y voluntad hemos logrado que una familia de escasos recursos haya pasado una mejor navidad este año.

Es fácil, solo es cuestión de voluntad…

Y es riquísimo ver la sonrisa de los niños cuando son felices por los regalos y de la madre por ver que todavía hay esperanza.

Que Dios bendiga a doña Cristina y a sus hijos: Byron, Brayan, Kevin, Eliécer y Marjorie. Ellos han tenido una feliz Navidad.





8 comentarios:

Carlos Alberto dijo...

Jaguar del Platanar: ¡Hermosa manera de terminar el año! ¡Te felicito! A ti y a tus amigos. ¡Qué alegría la de esos niños! ¡Preciosos!


Jaguar del Platanar: ¡Que pases unas muy felices fiestas junto a tu familia!


¡Felicitaciones por este hermoso blog!

Melissa Soro dijo...

que buen gesto!! y vea a mi tata atrás!! jeje

Julia Ardón dijo...

todos y todas podemos hacer algo bonito por alguien más. Es cosa de hacerlo...siempre hay alguien que nos necesita.
Si no tenemos dinero, podemos dar amor.
preciosa iniciativa.

jaguar del Platanar dijo...

Carlos: muchas gracias por sus palabras. Este blog nació con una idea de divulgar miles de cosas buenas que pasan día a día y que rara vez los medios le dan pelota. La idea es que cada vez haya más contribuyentes, solo es cuestión de querer compartir buenas noticias con el mundo y enviarlas a noticiasbuenascr@gmail.com

felices fiestas!

Meli: viera que tuanis estuvo...

Julia: así es. Por ejemplo, hay mucha gente que necesita ropa y talvez uno tenga un par de camisetas que no usa. Esas acciones no requieren de dinero y son geniales pues satisfacen una necesidad. Felices fiestas pa ud.

Terox dijo...

Yo creo que estas buenas acciones son contagiosas. Mi esposa y yo siempre compramos un diario completo en Navidad y mi cuñado agrega algo y lo lleva a una familia necesitada (no siempre la misma). Y es realmente gratificante devolver algo de lo que recibimos todos los días...

Mandagüevo dijo...

Que buena onda.

Nosotros, siendo consecuentes, hoy cancelamos nuestro blog.

Saludos

Unknown dijo...

Saludos, Melissa, excelente blog y excelente labor. Yo ando repartiendo esta historia por todo lado, y sin tu permiso, aquí te la dejo. Saludos y muchas bendiciones, amiga. Te vi donde William -V- y seguí tu piesta. Bueno:


"El oro y el llanto…"

Este es mi punto de vista sobre una situación que preocupa y duele, y es nuestro reclamo a otros, por los quinientos años de explotación de nuestro continente.

Desde mi óptica veo claro que, nosotros, somos de los mismos que llegaron a este continente en tiempos de la conquista; somos de los mismos a los que señalamos como los abusadores que vinieron de Europa hace y durante 500 años. Es que, muchos regresaron, pero otros se quedaron: nuestros antepasados: nosotros.
Lloramos porque los españoles "nos" explotaron, y nos quitaron el oro… pero, yo pregunto: ¿a nosotros?

Los explotados, humillados y desterrados son los indefensos aborígenes o indígenas, legítimos propietarios de éstas tierras “nuestras”. Mismos que aquí vivían hace 500 años y mucho más de 1000. A nosotros, los “blancos”, no hay quien nos deba algo, le debemos nosotros a los aborígenes, tanto la cuenta pendiente de nuestros parientes lejanos, como la que seguimos acumulando por nuestra cuenta.
Si analizamos justamente, nosotros hemos continuado, sin el mínimo remordimiento, con la labor que iniciaron aquellos antepasados nuestros que llegaron con Cristóbal.
Qué da rabia que algunos que no se han quedado mucho se han llevado, da rabia, a algunos, pero, es que, lamentablemente, los que nos quedamos hemos sido y somos vagos, perezosos; aquí, en… en nuestras tierras, veneramos las leyes del menor esfuerzo y del port’ami. Por eso, primero, hay quienes vienen y se van o se quedan solo por negocio, y nos pasan por encima; segundo: somos muy llorones, porque es bastante, en realidad, lo que hemos tenido (ajeno, dijimos) y tenemos. Pero, como no hemos sido de empuje, eficientes y eficaces, y somos individualistas, y por lo tanto, egoístas, como quien dice: ¡la jodemos! No sabemos qué o cómo hacer con lo que hemos tenido y tenemos; o sabemos, pero, qué cansado y qué idiosincrasia heredamos. Está muy claro: si no somos de palo.

Un amigo decía malquerer a los españoles “por lo que nos hicieron” durante la conquista.
Pregunté, una vez más: ¿a nosotros? Y agregué: ¿y qué hacemos nosotros de nuevo y bueno?, ¿los indígenas, dónde y en qué condiciones están viviendo?, ¿los integramos a nuestra sociedad, como Dios manda, según lo que predicamos?, ¿los recompensamos por lo que “les” hicieron y les quitaron aquellos, a quienes llamamos terribles europeos? O, ¿simplemente continuamos con la misma actitud de nuestros parientes lejanos? ¡Y los arrinconamos, para no ver el pecado! ¿Hacemos algo para borrar ante Dios y nuestros hijos ese pecado?

Nosotros somos de los mismos a los que señalamos, y peor aún: han pasado 500 años y en lugar de arrepentirnos y ser justos, nos sentimos libres de deuda y de responsabilidad, y acudimos a la infancia y decimos: yo no fui, fue te-té.
¡Como no somos de los primeros que desembarcaron, olvidamos de quiénes descendemos, y qué hacemos o no hacemos! O nos hacemos los desmemoriados, porque nos embarcaron y no supimos cómo manejarnos. Debemos invocar a Dios para que nuestra sociedad reaccione, y realmente les tendamos las manos a nuestros ¿hermanos indígenas?
No se trata de que vivamos inmóviles (aunque parezca), aturdidos por semejante pecado; debemos movilizarnos para demostrarle a los indígenas y a nuestros hijos, que algo muy bueno tenemos entre pecho y espalda: Corazón. Y conciencia. Compartamos con los indígenas, con los que fueron conquistados, lo mucho o lo poco que hacemos y hagamos.
No tenemos por qué o con qué cara señalar a otros, si somos de los mismos a quienes señalamos, y continuamos siendo partícipes, de una u otra forma, del maltrato y el abuso de parte de los “blancos” de este lado del mundo.

Anónimo dijo...

Si del escritor
Antonio Chamu
quieres saber
de su libro y su caída
a mi blog has de venir.